Estamos ad
portas de celebrar nuevas Elecciones Regionales y Municipales 2014 que se
llevarán a cabo el día 5 de octubre en todo
el Perú, eligiendo para el período 2015-2018. Si revisamos la
etimología de la palabra conciencia que proviene del latín “constientia” que significa estar
consciente del bien y del mal, de aquello que el sujeto conoce la realidad de
las cosas, incluye dentro del término ciencia, es decir, conocimiento, saber.
Es necesario, que la conciencia disponga de un análisis básico de la
realidad y de criterios éticos para hacer un correcto discernimiento en una
situación determinada, sobre todo, en
situaciones que impliquen un desarrollo social a largo plazo que
contengan valores, virtudes y el respeto por los derechos humanos de uno mismo
y de los otros, supone ir más allá de los intereses personales y pensar en el
bien común, un crecimiento económico, social y político que no beneficie a la
población en conjunto no contribuye al auténtico desarrollo humano.
Votar a conciencia es, acabar con los partidos tradicionales – es
necesario confrontar y superar- que hacen
muchos daño al país, para paso a nuevas organizaciones políticas que nacen con ideas mejores y creativa, con
ganas de cambiar la sociedad y dar un giro hacia el desarrollo social en busca
de los interés comunes para la población, erradicando los malos hábitos de
corrupción, malversación de fondos o
desfalco, mentiras, etc. Hace unos meses atrás, un candidato a la presidencia
regional realizaba sus pintas con sus propias manos, dando a entender que
estaba en la capacidad de poder realizar su campaña con sus propios
recursos, me lleno de grata emoción al
leer la noticia y dije: “este candidato tiene mi voto” porque demostró ante los demás “campañas
millonarias” que se puede realizar propaganda política con pocos recursos e
utilizando el capital humano.
Votar a conciencia es, votar por la
construcción de una sociedad democrática, una sociedad que ponga en el centro
al hombre, buscando su desarrollo en todas sus dimensiones ya sea personal,
profesional, cultural, social, política, económica, racional entre otras, que
busque y promueva la dignidad humana, respete la libertad de expresión, y que
incluya principalmente, a los que no se reconoce “el derecho a tener derechos”.
Así lo
declara la conferencia episcopal peruana:
“el desarrollo social debe fundarse en el respeto y la promoción de los
derechos humanos, el acceso a los servicios básicos de salud, nutrición, agua,
educación, vivienda y seguridad ciudadana, especialmente de los más pobres. Las
mejores condiciones económicas que el país experimenta deben llegar cuanto
antes a los que todavía se encuentran en la pobreza o la marginación”.
Votar a conciencia es, que la política esté al servicio de los seres
humanos, ante todos de los más pobres,
porque son ellos quienes después que emiten su voto, y no se cumplen con lo
ofrecido en las campañas se sienten que fueron usados y engañados. El reto para
las nuevas autoridades elegidas es llevar a cabo todas las propuestas de
gobierno, concretarlas en bien de la comunidad expresando un compromiso real
con los más necesitados; por eso el
ciudadano de a pie merece respeto e información veraz, pues, no es digno
tratarlo como un objeto que se puede manipular o engañar. Por eso, como
decíamos arriba, que se debe criterios para discernir en la situación
electoral, un criterio ético es votar a favor de los últimos de la sociedad,
reconocerlos como personas llamadas a asumir las riendas de nuestra sociedad y
de nuestro país.
Eso sería un voto de y
con conciencia.
Por: Aliván Bustamante