miércoles, 24 de septiembre de 2014

UN VOTO A CONCIENCIA

Estamos  ad portas de celebrar nuevas Elecciones Regionales y Municipales 2014 que se llevarán a cabo el día 5 de octubre en todo el Perú, eligiendo para el período 2015-2018. Si revisamos la etimología de la palabra conciencia que proviene del latín “constientia” que significa estar consciente del bien y del mal, de aquello que el sujeto conoce la realidad de las cosas, incluye dentro  del término ciencia, es decir, conocimiento, saber.

Es necesario, que la conciencia disponga de un análisis básico de la realidad y de criterios éticos para hacer un correcto discernimiento en una situación determinada, sobre todo, en  situaciones que impliquen un desarrollo social a largo plazo que contengan valores, virtudes y el respeto por los derechos humanos de uno mismo y de los otros, supone ir más allá de los intereses personales y pensar en el bien común, un crecimiento económico, social y político que no beneficie a la población en conjunto no contribuye al auténtico desarrollo humano.

Votar a conciencia es, acabar con los partidos tradicionales – es necesario  confrontar y superar- que hacen muchos daño al país, para paso a nuevas organizaciones políticas  que nacen con ideas mejores y creativa, con ganas de cambiar la sociedad y dar un giro hacia el desarrollo social en busca de los interés comunes para la población, erradicando los malos hábitos de corrupción, malversación de fondos  o desfalco, mentiras, etc. Hace unos meses atrás, un candidato a la presidencia regional realizaba sus pintas con sus propias manos, dando a entender que estaba en la capacidad de poder realizar su campaña con sus propios recursos,  me lleno de grata emoción al leer la noticia y dije: “este candidato tiene mi voto”  porque demostró ante los demás “campañas millonarias” que se puede realizar propaganda política con pocos recursos e utilizando el capital humano.

Votar a conciencia es, votar por la construcción de una sociedad democrática, una sociedad que ponga en el centro al hombre, buscando su desarrollo en todas sus dimensiones ya sea personal, profesional, cultural, social, política, económica, racional entre otras, que busque y promueva la dignidad humana, respete la libertad de expresión, y que incluya principalmente, a los que no se reconoce “el derecho a tener derechos”.  Así lo declara la conferencia episcopal peruana: “el desarrollo social debe fundarse en el respeto y la promoción de los derechos humanos, el acceso a los servicios básicos de salud, nutrición, agua, educación, vivienda y seguridad ciudadana, especialmente de los más pobres. Las mejores condiciones económicas que el país experimenta deben llegar cuanto antes a los que todavía se encuentran en la pobreza o la marginación”.

Votar a conciencia es, que la política esté al servicio de los seres humanos,  ante todos de los más pobres, porque son ellos quienes después que emiten su voto, y no se cumplen con lo ofrecido en las campañas se sienten que fueron usados y engañados. El reto para las nuevas autoridades elegidas es llevar a cabo todas las propuestas de gobierno, concretarlas en bien de la comunidad expresando un compromiso real con los más necesitados;  por eso el ciudadano de a pie merece respeto e información veraz, pues, no es digno tratarlo como un objeto que se puede manipular o engañar. Por eso, como decíamos arriba, que se debe criterios para discernir en la situación electoral, un criterio ético es votar a favor de los últimos de la sociedad, reconocerlos como personas llamadas a asumir las riendas de nuestra sociedad y de nuestro país.
Eso sería un voto de y con conciencia. 




Por: Aliván Bustamante