El ser humano es imperfecto por su naturaleza, corrompida a causa del pecado original, causada por nuestro primeros padres. El único perfecto es Nuestro Señor Jesucristo.
Ahora, en el enamoramiento, en su primera etapa, nos mostramos como perfectos, en palabras claras, tratamos a nuestra pareja como "reinas", nos ponemos inconscientemente unas máscaras de seres virtuosos, somos educados y galantes, nos convertimos en seres tan bueno, al punto que nos desconocemos por completo.
Al pasar el tiempo y sentirnos seguro con nuestra pareja, sacamos a la luz nuestra verdadera personalidad, al punto que nuestra pareja llega a sentirse , por decirlo de alguna forma falsa, víctima de una gran estafa. De ahí vienen las típicas frases: ¿Ésta no es la persona que conocí?; ¿ porqué has cambiado tanto?, ¿quiero que vuelvas a ser el de antes?, etc.
Es por eso que es importante aceptar a nuestra pareja con sus virtudes y sobretodo con sus defectos. La clave para vivir intensamente el amor en pareja, es mantener un equilibrio , entre ceder un poco en las discusiones no ser rencoroso y perdonar de corazón.
Meditemos: ¿cuántas veces nos hemos ofendidos mutuamente?, ¿cuántas hemos dicho palabras para herir? y al final hemos salido nosotros heridos.
Recuerda siempre esto, tu lengua es un arma letal, comparable a un misil que puede destruir tu vida y la de tu pareja. Con ello quiero hacerte ver que los insultos, las humillaciones y los malos tratos son un virus letal para nosotros y toda la humanidad.
En resumen, debes tratar con mucha dulzura a tu ser amado(a); y si te ofende, perdónalo sin vacilar porque cuando uno persona de corazón el amor nunca muere.
